Entremilenios

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REFLEXIONES Y PREGUNTAS

Según vamos navegando por la contemplación de los quehaceres ajenos, pronto nos convencemos, cada vez con mayor seguridad, de que es preciso abordar humildemente sus propuestas, sobre todo cuando plantean formulaciones visuales de su propia interioridad. Entonces, resulta obligatorio rechazar cualquier tentación judicial, máxime cuando los ritmos se aceleran por la multiplicidad de las ofertas. Damos por sentado que los eventos como el Tercer Milenio han de aportar, necesariamente, constantes y apresuradas novedades. Así, cuando un pintor reflexiona mediante imágenes, termina formulando búsquedas que nos lanzan hacia los precipicios del espacio y el tiempo.

Si se entremezclan fantasías y realidades , digiérase que transgredimos normas, instalándonos en el territorio de la ambigüedad y la indefinición. Es preciso marginarse, justamente porque los convencionalismos predominantes provocan ejercicios heterodoxos de modo que, paradójicamente, hay que vulnerar incluso los más secretos reductos del inconformismo. La imaginación propicia invenciones formales, repertorios inesperados que dan a lo inventado su dimensión poética y su riqueza

En este territorio ilimitado, Debón plantea sus quehaceres como «concienciación personal motivada por una actitud crítica y esperanzada «, con lo cual desembocamos en la insegura pesquisa del futuro, pues al atisbar la faz del tiempo descubrimos lo inseguro como único asidero: el único oficio lógico y razonable consiste en merodear precisamente en torno a lo que ignoramos.

Tomamos el reloj, lo contemplamos, lo escuchamos, seguimos por unos instantes la marcha de sus escuálidas saetas, movidas por una maquinaria que soporta, indiferente, nuestra curiosidad. Creyendo reflexionar, nos limitamos a comprobar un movimiento hermético cuyo sentido desconocemos. Tenemos el ahora que se va, trasladando su inconsciente despedida al desván de los recuerdos y los olvidos.

Según nos confiesa el propio Debón , su labor se fundamenta en «reflexiones y preguntas» que se plasman como imágenes, en variantes «artísticas» cualitativamente válidas. Son propuestas para la libertad y la sensibilidad. Son algo para valorar y agradecer porque nos enriquece y eleva.

Vicente Aguilera Cerni